"Habiendo amado a los suyos, los amó hasta el extremo" (jn,13,1)
"Cuando sea levantado en lo alto atraeré a todos hacia mí" (jn,12,32)
"Mirarán al que traspasaron" (jn,19,37)
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¿Cómo puede ser que, ante tal inmensidad, permanezcamos -permanezca yo- indiferentes?
Hasta el extremo, o hasta el fin, según otras versiones, y yo quisiera decir por mi cuenta: ¡Y más allá del fin terreno de su vida! Nunca ha dejado de amarnos.
ResponderBorrarSaludos y un besote, querida Jo, se te extraña.
¡Qué cierto lo que dices!
ResponderBorrarMuy de acuerdo.
ResponderBorrarEs el llamado del día a día.
Christian Gautier Vallette