jueves, abril 27, 2006

lunes, abril 24, 2006

Vida de Jesús en Nazaret II

A veces nos preguntamos cómo saber de ella, cuando el Evangelio dice tan poco.
Leyendo entre líneas.
En nuestra propia vida, al volver de unas vacaciones por ejemplo, nos preguntan:
- ¿Qué hiciste?
- Nada. Me quedé en casa.
Ya no hace falta decir mucho más. No es que no hice nada, sino que hice lo de siempre, lo de todos; tanto que ni vale la pena describirlo porque ya se sabe.
Por eso no pusieron nada de los años que pasó Jesús en Nazaret.
'¿No es éste el carpintero? ¿No viven con nosotros todos sus parientes?'
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Pero también podemos encontrar pistas para saber más.
Les copio algunas que uso yo:
De la Palabra de Dios:
- Infancia: Lc. 2, 39-52
- Su vida igual a la de todos: Lc. 4,16; 4,22-23; Mt.13, 53-57; Jn. 7,27;
- Con Jesús no pasa que sea distinto lo que dice que lo que vive. Por eso, podemos tomar algo de lo que predica, y tratar de imaginar cómo lo vivió él, en la práctica, en su vida concreta. Por ejemplo:
- Las Bienaventuranzas: Mt. 5,1-12
- Alguna parábola en especial.
- 1ra. Corintios 13, 4-7 (el himno al amor de S.Pablo) . Reemplazar “amor” por “Jesús”.
Se trata de, con el corazón, darnos cuenta de que Jesús tuvo 30 años de su vida muy parecidos a nuestra propia vida -y repasarlos-; y por eso puede ser realmente nuestro “amigo”. Nuestro “Buen Amigo”.

jueves, abril 20, 2006

La vida 'no oculta' de Jesús en Nazaret

Si pudiésemos preguntarle sobre ella a quien lo haya conocido antes de su misión, seguramente, nos diría algo así:
"Jesús era para todos nosotros el hijo del carpintero, no se distinguía en nada de sus amigos de la aldea. Jugaba con ellos, a la pelota o a las escondidas. Aprendió, lo mismo que nosotros, la historia de nuestro pueblo, la ley de Moisés, los salmos, los ritos y oraciones de nuestra religión judía.
Se interesó también por las cosas del mundo. Admiró los paisajes luminosos de nuestra tierra, las aves del cielo y los lirios del campo. Le gustaba el sabor del pan, de la leche, del pescado, del lago.
Acompañaba a su madre a la fuente del pueblo, se fijaba en ella cuando barría la casa, metía la levadura en la harina, arreglaba la ropa, daba comida a los animales. Observaba los gestos del sembrador y del pescador, la maduración lenta de las espigas y de las viñas, la alegría de la cosecha y la vendimia, la paga del sueldo de los obreros, el pastor arreando su rebaño.
A partir de los trece o catorce años ayudó a José en su taller de carpintero, aprendió cómo usar la sierra, el martillo y el cepillo, atendió a los clientes y charlaba con ellos sobre cómo querían el yugo para sus bueyes, su cama, su puerta, su banca, su herramienta. Fue descubriendo la miseria humana en todas sus formas: los ciegos, los paralíticos, los leprosos, los pobres, los oprimidos, los duros de corazón, los depravados, los hipócritas. Sufrió la humillación de su pueblo ante la presencia arrogante del invasor romano. Todas estas realidades humanas volvieron a surgir en su memoria cuando, más tarde habló a las multitudes en parábolas. A través de ellas expresó la Palabra de Dios para toda la humanidad “
(Tomado de la guía de Ej.Esp.en la Vida – Santuario.S.Cayetano- Liniers)

domingo, abril 16, 2006

¡Él es nuestra Alegría!











¡RESUCITÓ!
¿Qué nos podrá separar de su Amor?...






¡Muchas felicidades a cada uno!

jueves, abril 06, 2006

Ejercicios Espirituales

Mañana, a la noche, comienzo mis Ejercicios Espirituales.
Hacemos Ejercicios todos los años, en general en verano o vacaciones de julio. Esta vez, aprovecharé la Semana Santa.
Terminaré así, para celebrar con las hermanas de la comunidad la Misa de Pascua, el sábado a la noche (8 días).
¡Agradezco todas las oraciones que quieran! y, desde ya, también rezaré por cada uno.
¡Que tengan una muy santa semana!
(La felicitación de Pascua, la dejo para la vuelta)

Cosas que pasan

Ayer, estaba en la esquina de Santa Fe y Uriburu conversando con una amiga, cuando alguien me llamó tocándome la espalda:
- Usted es una hermana ¿verdad? - era una muchacha, una señora joven.
- Sí
- Yo soy judía.¿Me daría igual una bendición?
- ¡Por supuesto!- le contesté, y le hice una cruz en la frente diciendo "¡que Dios te bendiga!"
- ¡Gracias!
Y se fue. Seguimos conversando con mi amiga, y después seguí mi camino.
Me puse a pensar: Era judía y le hice una cruz en la frente... ¿cómo no se me ocurrió hacerlo de otro modo?. Pero, tal vez lo que quería era eso...
Cosas que piensa una. Pero, ya había pasado.
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A la tarde, en el libro de Ratzinger (ver abajo), leía cómo el uso de la cruz, en las bendiciones, está ya presente en el Antiguo Testamento.

miércoles, abril 05, 2006

Al empezar mi cotidiano recorrido bloguil, tenía idea de poner de nuevo algún "Macanudo".
Visitando los blogs, y también viviendo los que nos está tocando vivir, no queda duda de que los nuestro son tiempos fuertes... duros.
Dentro y fuera del país.
¡Igual! y por eso ¿por qué no? pondré el Macanudo:

sábado, abril 01, 2006

Orientados

Ratzinger -en un momento de este libro- habla de la palabra 'orientar', 'orientarse':
Jesús es el Sol que nace en el oriente. Y nosotros, cuando nos ponemos en camino y vamos a Su encuentro, 'nos orientamos'. ¡Tal cual!
No sabía esta relación. Y me parece muy significativa y valiosa.
Me encanta descubrir el significado profundo de las palabras.