Me viene dando vueltas en la cabeza un tema:
En esta época, de tanta tecnología y aumento del consumo, los que alcanzamos a ellos -hay muchos en el mundo que no pueden acceder- los ponemos como referencia de nuestras exigencias.
Al comprar un electrodoméstico, un coche o un celular, elegimos el más confiable, confortable y con más posibilidades. Y cada vez vienen mejores.
El caso es que ¡a los seres humanos no nos pasa lo mismo! No existen los 'ultimo modelo' que superen la generación anterior. Y nosotros que tenemos cada vez menos -como dicen los psicólogos- 'tolerancia a las frustraciones' acostumbrados a ir creciendo en el confort, no tenemos espaldas para convivir con el hermano, esposo, compañero o hijo concreto y real. Muchas veces no entendemos el perdón o no consideramos la segunda o la otra oportunidad.
Puede ser que él, o yo misma, sea una buenísima persona que intenta cada día mejorar un poquito pero no siempre le sale. Pero seguro que seguiré siendo siempre 'un ser humano'.
Y eso es muy bueno.