domingo, septiembre 30, 2007

Se murió el Padre Segade



Dice el diario La Nación:
"Cuando Ariel Ramírez se propuso componer una misa cantada sobre formas musicales puramente folklóricas, recibió el estímulo y el asesoramiento del padre Segade, que dirigía la Cantoría del Socorro.

Hizo todos los arreglos corales y la armonización de la "Misa Criolla". La primera versión en disco de la obra fue ejecutada por Los Fronterizos como solistas y el coro de la cantoría de la Basílica del Socorro, dirigida por el padre Segade, con la dirección de Ariel Ramírez."

viernes, septiembre 28, 2007

miércoles, septiembre 26, 2007

¡Tal cual!

"Las cosas humanas necesitan ser conocidas para ser amadas; las divinas necesitan ser amadas para ser conocidas."

Es del Padre Pío. La encontré en un blog que no conocía -haciendo camino- y que me pareció muy bueno.

lunes, septiembre 24, 2007

Dos años

Hoy, 24 de septiembre, este blog cumple dos años.
Dos años de ‘encuentro’ con aquellos que han sido amigos desde el principio.
Dos años de intento –en borrador, por supuesto- de estar presente en este ‘nuevo espacio’ que es la blogósfera, entregando mi pequeño aporte a quien quiera recogerlo.
Mi aporte, en verdad, es pequeño: es mucho más lo recibido.
Sin duda, recomiendo esta experiencia a los interesados en alcanzar nuevas formas de comunicación.
_______
¡Ah! Éste es el post número 200.

domingo, septiembre 23, 2007

Otro grande


Ha muerto Marcel Marceau.
A pesar de que ha actuado en Buenos Aires -personalmente recuerdo su venida cuando yo era adolescente, pero sé que también otras veces- nunca lo vi en vivo; sólo en filmaciones y hace tiempo. Pero creo que no lo voy a olvidar.
Buscando en internet sobre poco su vida -muy interesante- hoy supe que, además de mimo, fue escritor y pintor.
Su mímica: para mí indudablemente arte, y por eso comunicación. Y, en este caso, comunicación de lo profundo.
Ojalá hayan quedado filmaciones. Para que muchos más, en adelante, puedan -podamos- gozarlo.

sábado, septiembre 22, 2007

Sobre Teresa de Calcuta


Es sólo mi opinión, que al final no es nada más que eso, una opinión:
Podría asegurar que, en el mundo, hasta en los lugares más pequeños y desconocidos, Dios sabe, debe de haber muchas personas parecidas a Teresa de Calcuta, en su época de Calcuta... Y hasta es muy posible, que cada uno de nosotros -si nos ponemos a recordar- hayamos conocido alguna a lo largo de nuestra vida.
(Con esto no quiero bajarla a Teresa, sino al contrario. Siempre pienso cuántos grandes santos habrá que nunca serán canonizados)
Pero lo que me impresiona realmente mucho, de la santidad de Teresa -y me pasa lo mismo con Juan Pablo II-, es cómo pudo mantenerse en su último tiempo: ¡Qué difícil debe ser seguir en serio ese camino cuando uno, en vida, es ya casi 'un mito', cuando se es tan famoso, tan 'mediático'!

lunes, septiembre 17, 2007

Algunas personas –entre las que me anoto- tenemos, tal vez por modo de ser, la necesidad de proponernos en la vida grandes cosas; que son las que dan sentido a nuestra existencia.
Pero puede suceder -o sucede, o suele suceder-, que si por alguna circunstancia, propia o ajena, eso no puede alcanzarse, a veces nos ‘pinchamos mucho’, por no decir ‘demasiado’.
Me parece... que nos puede ayudar el caer en la cuenta, y tratar de alimentar esa certeza, de la verdadera grandeza que hay en las pequeñas cosas cotidianas.
Porque, de ese modo, viviremos mejor: satisfaciendo (relativamente, porque no hay nada absoluto en esta tierra) nuestro deseo natural de lo grande, sin saltearnos por eso -sino al contrario, poniendo el corazón en ello- lo que nos toque en el vivir día a día.
Creo –si no, que alguno me corrija en los comentarios- que esto es lo que Tomás de Aquino llama “magnanimidad”.
--------
Para los que creemos en Él, no nos olvidemos que Jesús vivió 30 de sus 33 años haciendo una vida totalmente ordinaria. Y no podemos negar que fueron años realmente importantes.

jueves, septiembre 13, 2007

domingo, septiembre 09, 2007

Más para pensar.

No somos 'dueños' sino 'administradores'.
Y 'ad-ministrare' es: 'para servir'.
Bastante distinto. ¿No?
Dueño: para mí.
Administrador: para el otro.
El secreto no está en poseer, tener... sino en dar.

jueves, septiembre 06, 2007

¡Muchas gracias Pedro!

Nombra este blog, junto a cuatro más, seleccionándolos entre los que visita y le hacen pensar. Lo llaman "Premio Thinking blogger award" (que, con mi ignorancia del idioma inglés, no sé qué quiere decir).
Por eso debo hacer yo lo mismo. No es fácil optar por sólo cinco:
Zona de insomnio: Siempre vale la pena leerlo.
Campo M: Tiene un orden peculiar que a veces me cuesta descifrar. Pero sus entradas son buenísimas.
Verso converso: La pena es que escribe cada tanto. ¡Vaya si hace pensar!
Fuera de campo: Léalo usted mismo.
Pensando cosas: También escribe poco, pero tal vez para darnos tiempo para 'la rumia'.
Como digo al principio, por supuesto que hay muchos más. Pero sólo se pueden poner cinco. Por otro lados, algunos ya han sido seleccionados; o sea que siguiendo la pista, para arriba y los costados, se pueden llegar a muchos muy interesantes.
---------
¡Perdón! Me olvidaba -¡gracias Pablo!- de poner para los nominados:
Normas del premio:
1.- Si, y sólo si, alguien te da el premio escribe un post con los 5 blogs que te hacen pensar.
2.- Enlaza el post original para que la gente pueda encontrar el origen del premio.
3.- Opcional, enseña el botón del premio enlazando el post que has escrito dando tu premio.

lunes, septiembre 03, 2007

El trasfoguero


Si uno prende una fogata –una chimenea, o un fueguito-, trata de conservar la llama; y cuanto más encendida más linda.
Pero hay momentos, tiempos, mejor dicho, -como pasar la noche, o los ratos que estará desantendida- que con conservarla prendida, hasta que vuelva posibilidad de la llama, ya se logra lo esencial. Para esto se usa otra leña: dura, que no arde tan rápido ni se nota casi, pero que mantiene el rescoldo mucho tiempo.
Tal vez parezca apagado.
Pero el corazón sigue ardiendo; y, cuando afloje el clima o cuando se agregue leña más blanda, el fogón se hará, de nuevo, grande y luminoso.
Nunca se apagó: lo conservó el ‘trasfoguero’.
-----------
A veces pienso –muchas veces me encuentro en ello- que hoy, lo que se puede, y hacen falta, es ser ‘trasfoguero’.