Otro libro de Ratzinger

Estoy leyendo otro libro de Ratzinger que me gusta mucho: "El espíritu de la Liturgia", estoy casi segura que el título es así. Una introducción al tema, pero por supuesto que a su nivel; o sea que, para el mío, mucho más que 'introducción'.
Tiene trozos que -para leerlo de corrido como pretendo y puedo hacerlo yo- me resultan muy difíciles, pero otros -los más- muy bellos, profundos, y muy interesantes.
Aunque todavía no he llegado a la mitad, desde ya: ¡Se los recomiendo!

Argentina, 24 de marzo 2006.

Día duro. Por lo menos para mí.
Creo -y quiero profesarlo explícitamente- en una verdadera reconciliación.
Donde todos, y cada uno, queramos aceptar -en principio con el corazón porque, si no, no se logra- la explicación del otro; y, aunque no lleguemos a salvar las diferencias, prime el sincero deseo -a partir del perdón mutuo- de formar un pueblo unido para construir el futuro que Dios y la vida nos deparan.
Creo en ello.
Sé qué es difícil.
Pero también sé que por ahí, sólo por ahí, pasa verdadera vida.
Por eso: es lo que le pido a Dios, para todos los argentinos, en el día de hoy.

Como hoy también es San José

Copio este himno que creo que es muy lindo:

El alba mensajera del sol de alegre brillo
conoce ese martillo que suena en la madera.
La mano carpintera madruga su quehacer
y hay gracia antes que sol en el taller.

Cabeza de tu casa del que el Señor se fía,
por la carpintería la gloria entera pasa.
Tu mano se acompasa con Dios en la labor
y alargas tú la mano del Señor.

Humilde magisterio bajo el que Dios aprende
¡que diga si lo entiende quien sepa de misterio!
Si Dios en cautiverio se queda en aprendiz,
¡aprende aquí la casa de David.

Sencillo, sin historia, de espalda a los laureles,
escalas los niveles más altos de la gloria.
¡Qué asombro hacer memoria y hallarle a tu ascensión
tu hogar, tu oficio y Dios como razón!

Y pues que el mundo entero te mira y se pregunta,
di tú como se junta ser santo y carpintero.
La gloria y el madero, la gracia y el afán.
tener propicio a Dios y escaso el pan.

Nosotras lo cantamos en el oficio. Y el estribillo dice:

¡Porque fue varón justo lo amó el Señor
y dio el ciento por uno su labor!

Me encantaría saber pintar...

¡El de hoy es bueno!

Enriqueta.
¿Qué les parece?