Si pudiésemos preguntarle sobre ella a quien lo haya conocido antes de su misión, seguramente, nos diría algo así:
"Jesús era para todos nosotros el hijo del carpintero, no se distinguía en nada de sus amigos de la aldea. Jugaba con ellos, a la pelota o a las escondidas. Aprendió, lo mismo que nosotros, la historia de nuestro pueblo, la ley de Moisés, los salmos, los ritos y oraciones de nuestra religión judía.
Se interesó también por las cosas del mundo. Admiró los paisajes luminosos de nuestra tierra, las aves del cielo y los lirios del campo. Le gustaba el sabor del pan, de la leche, del pescado, del lago.
Acompañaba a su madre a la fuente del pueblo, se fijaba en ella cuando barría la casa, metía la levadura en la harina, arreglaba la ropa, daba comida a los animales. Observaba los gestos del sembrador y del pescador, la maduración lenta de las espigas y de las viñas, la alegría de la cosecha y la vendimia, la paga del sueldo de los obreros, el pastor arreando su rebaño.
A partir de los trece o catorce años ayudó a José en su taller de carpintero, aprendió cómo usar la sierra, el martillo y el cepillo, atendió a los clientes y charlaba con ellos sobre cómo querían el yugo para sus bueyes, su cama, su puerta, su banca, su herramienta. Fue descubriendo la miseria humana en todas sus formas: los ciegos, los paralíticos, los leprosos, los pobres, los oprimidos, los duros de corazón, los depravados, los hipócritas. Sufrió la humillación de su pueblo ante la presencia arrogante del invasor romano. Todas estas realidades humanas volvieron a surgir en su memoria cuando, más tarde habló a las multitudes en parábolas. A través de ellas expresó la Palabra de Dios para toda la humanidad “
(Tomado de la guía de Ej.Esp.en la Vida – Santuario.S.Cayetano- Liniers)
"Jesús era para todos nosotros el hijo del carpintero, no se distinguía en nada de sus amigos de la aldea. Jugaba con ellos, a la pelota o a las escondidas. Aprendió, lo mismo que nosotros, la historia de nuestro pueblo, la ley de Moisés, los salmos, los ritos y oraciones de nuestra religión judía.
Se interesó también por las cosas del mundo. Admiró los paisajes luminosos de nuestra tierra, las aves del cielo y los lirios del campo. Le gustaba el sabor del pan, de la leche, del pescado, del lago.
Acompañaba a su madre a la fuente del pueblo, se fijaba en ella cuando barría la casa, metía la levadura en la harina, arreglaba la ropa, daba comida a los animales. Observaba los gestos del sembrador y del pescador, la maduración lenta de las espigas y de las viñas, la alegría de la cosecha y la vendimia, la paga del sueldo de los obreros, el pastor arreando su rebaño.
A partir de los trece o catorce años ayudó a José en su taller de carpintero, aprendió cómo usar la sierra, el martillo y el cepillo, atendió a los clientes y charlaba con ellos sobre cómo querían el yugo para sus bueyes, su cama, su puerta, su banca, su herramienta. Fue descubriendo la miseria humana en todas sus formas: los ciegos, los paralíticos, los leprosos, los pobres, los oprimidos, los duros de corazón, los depravados, los hipócritas. Sufrió la humillación de su pueblo ante la presencia arrogante del invasor romano. Todas estas realidades humanas volvieron a surgir en su memoria cuando, más tarde habló a las multitudes en parábolas. A través de ellas expresó la Palabra de Dios para toda la humanidad “
(Tomado de la guía de Ej.Esp.en la Vida – Santuario.S.Cayetano- Liniers)
8 comentarios:
Carito me pidió que comparta algo de mis Ejercicios de Semana Santa. Y por eso va este post.
Me parece que a veces los cristianos 'nos saltamos' estos 30 años de la vida de Jesús, que son tan importantes e iluminadores para nuestras propias vidas. Pienso seguir el tema un poquito más en próximos.
Gracias!!...es lindo ver que Jesús llevó una vida como la de cualquier otro niño, como la de cualquier hombre y que todos nosotros podemos también como El meditar las cosas en el corazón, guardarlas y orar, orar mucho antes de hablar.
Un gran abrazo hermana.
Estimada hermana: pienso que quienes tratamos de vivir cada vez más cerca a Jesús, olvidamos esa parte humana tan importante en ël. Olvidamos que como hombre nos igualo en todo menos en el pecado, es allí donde deberiamos tomar más en cuanta esa figura humana de Jesús, aprender que como seres humanos podemos hacer cada día cosas buenas, como las hizo Jesús, aprender que podemos hacer la voluntad de Dios desde el lugar que nos toca vivir,como lo hizo Jesús, aprender que podemos vivir en amistad sincera con Dios, es lo que nos mostró Jesús apartirde su pasopor este mundo.
Me parece muy oportuna su reflexión, gracias.
Le seguiré visitando
que bueno recordar que jesús pasó 30 años disfrutando la vida como cualquiera de nosotros, aprendiendo, observando... amando.
una bonita reflexión que nos refuerza aún más la grandeza de un jesús que dio todo por nosotros, por amor.
gracias por la visita, hermana.
la sigo.
jajaja, hermana, ¡no pude hacer eso de poner las letras más fáciles de leer! deberé esperar mi entrada nº 200 al menos,pero si lo logro antes, ¡subo un post y les cuento!
Mientras, un truco: Pase el ratón con el botón izquierdo apretado como marcando con azul: le saldrán las letras con fondo blanco y absolutamente legibles....¡es que las estrellitas eran irresistibles de hermosas!
ahola Jos, mirá cuando salta probá pausando y de nuevo, estoy segura que te van a gustar, besos y gracias por tu visita.
¡Igual tus entradas son muchas! y los temas muy buenos. Me he alegrado de ayudarte a saber un poco más de los blogs :)
¿Y le enseño que cada tanto hay que barrer el taller?
Cuando se junta mucho aserrin, hay que regar antes de barrer.
Si no vuela todo eso por el aire y es un infierno
Consejo para aprendizes de carpintero.
saludos
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