
Mario Dávila es profesor de ajedrez, en varias escuelas de su ciudad, Treinta y Tres, en el Departamento de ese nombre.
Él mismo
comenta su experiencia: “Donde prevalece la violencia y la marginalidad, con el aprendizaje del ajedrez se contribuye al crecimiento en el respeto, mejora en la convivencia, nace la solidaridad, se eleva la autoestima y mejoramos el aprendizaje”.
Ayer, tuve la alegría de que su familia -y él mismo- me invitara a la entrega del Primer Premio Nacional "Excelencia Ciudadana 2007". Las intendencias de todo Uruguay designaron a los que debían ser premiados de sus respectivos lugares. El acto fue en el salón azul de la Intendencia Municipal de Montevideo, los premiados cerca de 90, y Mario uno de los elegidos.
Mi alegría tuvo dos motivos, o mejor, tres:
+ Que Mario fuese reconocido en
algo tan importante que está haciendo para tantos chicos.
+ Que en este país tuviesen la sensibilidad para premiar este tipo de obras -y vidas, díría, por lo que implica de entrega de sí-, que a veces quedan escondidos.
+ Que me invitaran a participar con ellos de algo tan lindo.