
Esta mañana, por una radio argentina, escuché una entrevista con el P.Pedro Opeka que me encantó.
Ya está por volverse a Madagascar. Creo que dijeron que estuvo tres semanas por estos pagos.
Charlaron con él un ratito. Me encantó escucharlo, porque lo que sabía de él era por un libro que leí, y comenté en este blog, el año pasado.
El periodista le pidió que dejara un mensaje para todos nosotros. Respondió algo así: - Quisiera decirle a todos que 'participen'. Nosotros pudimos hacer lo que hicimos, porque no nos quedamos a un costado sino que participamos. Nos pusimos al lado del hermano y permanecimos. Nuestro trabajo tiene 20 años; no es sólo cosa de pasar, dejar algo -ni siquiera dinero- y seguir nuestro camino. Hay que quedarse; participar.
Al final, el que entrevistaba contó que cuando le preguntaron al P.Pedro que por qué tenía que ir a Madagascar, cuando aquí hay también tantas necesidades, él respondió algo como esto:
- Yo no soy ningún santo, soy un hombre común como ustedes. Yo voy allí ¡porque aquí están ustedes!
(Me pareció buenísima la contestación y re-convocadora)