domingo, marzo 14, 2010

Derecho de piso

A las hermanas, cuando cambiamos de comunidad, como en general tenemos casas muy grandes, se nos hace difícil aprender dónde está guardada cada cosa. A veces pasan meses antes de tener todo elementalmente conocido. Y entonces una recurre a las que están desde hace más tiempo.
Este fin de semana, tuvimos gente en la casa de retiro -aquí también tenemos ese apostolado-, y como había una reunión en Montevideo y fueron varias para allí, nos pidieron a otras que las reemplazáramos en las tareas.
No es algo difícil, y además yo tenía ese cargo en Uruguay hasta hace muy poquito. Pero resultó bastante ajetreado por lo de arriba. Las que quedamos justo éramos todas recién llegadas:¡no se imaginan el tiempo que tardamos en encontrar un mantel!... ¡Y las servilletas de papel!... ¡Y las tapas de las ollas grandes!... ¿Y cuánto pan hay que pedir y dónde?...
Todo parecería obvio, pero cuando llega el momento de algo un poco distinto de lo que vamos haciendo del tiempito que llevamos aquí ¡te das cuenta que no sabés!
¡Indudablemente hay que pagar siempre derecho de piso! Pero lo hemos pasado -dentro de todo- con dignidad; y los del retiro se fueron contentos.

3 comentarios:

AleMamá dijo...

Mi mamá dice: "Más sabe el loco en su casa, que el cuerdo en la ajena". La casa tuya no será ajena, pero si no la conoces es como si lo fuera.
Un beso

Edit dijo...

Cuanta verdad hay en sus palabras.
Me pasa a mi cuando voy para Navidad a mi casa natal.
Estoy preguntando a mi madre a cada arato donde guarda lo que necesito para ayudarla.
Lo dificil es lo que les pasó a ustedes, porque estaban solas.
Espero que pronto se ambiente a las cosas de su nuevo hogar.
Y gracias por compartir estas cosas simples y cotidianas que nos muestran como somos, y cuanto en comun tenemos todos.
Bendiciones y feliz semana.

maria jesus dijo...

Efectivamente, a mi me pasa cuando voy a casa de mi madre o de mis hijas e intento ayudar. En la mía, somos tantos, que tambien pasa, a veces, siempre hay alguno que piensa que las cosas estan mejor en otro sitio que donde se han puesto, y el que viene detrás, a buscar.

Aparte de pasarme la vida buscando mis gafas