Todavía estamos todos con la tristeza del accidente del miércoles.
Pero lo que nos la ahonda, mucho más todavía, es el dolor de que haya ocurrido porque vivimos una época -en nuestro país al menos- en que, muchas veces, no nos hacemos responsables los unos de los otros.
Sucedió algo que estaba demasiado previsto, y hasta anunciado.
Y, además, lo que es peor, pareciera que una vez más no nos servirá de escarmiento, porque ya parece una completa ilusión pensar que no va a seguir todo igual.
3 comentarios:
Eso dijo la tele en España, hermana: que muchos viajeros ya habían denunciado la mala conservación del sistema, que todo va mal desde que Menem lo privatizó, que el accidente tenía que ocurrir más pronto o más tarde.
Ojalá que este hecho terrible sirva para corregir lo que haya que corregir.
Muy claro, Hermana. Soy usuaria de tren a diario para ir a mi trabajo y todos en cierta forma somos reponsables, porque en mi caso personal hago la vista gorda a que haya significativos atrasos, a que haya olor a quemado, a veces llueva dentro de los coches, a la suciedad, a que manden coches con ventilador en invierno y sin ventilador en verano, a la falta de seguridad, a las puertas rotas, a las ventanillas rotas, a los asientos rotos, al piso roto, a los temibles "balanceos" de la formación en determinados lugares, donde me agarro de donde puedo porque siempre pienso que va a descarrilar, puedo seguir con la lista. En todas las línes es similar, creo que si no hay mas tragedias, es porque Dios está protegiendo los pasajeros y este final es anunciado y creo que van a seguir los percances y no se va a modificar, ni cambiar nada. Es triste pero es así.
Buena semana Hermana
Muy triste. Ojalá sirva para que se produzca un cambio; pero es terrible que tengan que ocurrir estas cosas para que se haga lo que se debería haber hecho para prevenirlas.
Un abrazo, hermana
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