Hay una voluntaria que pertenece a una institución llamada "El Círculo de los sin techo" -antigua "Sociedad de Beneficencia"- que les ofrecen a algunas personas de la calle pagarles una pensión para que ellos puedan vivir más dignamente y así buscar trabajo con más probabilidad de éxito. No es fácil que te acepten si no podés dar domicilio fijo, o si decís que vivís en un parador.
Además, le adjudican a cada uno una madrina que los anima y acompaña para que vayan caminando en la gestión: por ejemplo los ayudan a que hagan alguna capacitación, se atiendan en el dentista y demás.
El jueves pasado, tenían que hacer una entrevista a uno de los señores que viene al comedor para cerrar el arreglo y que ya tuviese su pieza, y por eso vino una de las delegadas del Círculo. Una alegría porque no sólo le dieron habitación a ese señor sino que ahí mismo me pidió que le recomendase dos muchachos más ya que tenían otro cuarto disponible.
O sea que, ese día, tres de nuestros peregrinos tuvieron un techo para vivir. Se los dan por lo menos por tres meses para ver si resulta; si es necesario lo hacen por más tiempo, en cambio si ven que la persona no responde suspenden ahí el arreglo.
El año pasado ayudaron así a otro 'peregrino' y hoy está trabajando.
Madre Nuestra
Hace 12 años.
2 comentarios:
Qué bueno y qué consuelo saber que hay lugares en donde la ayuda llega y resulta!!
Gracias por compartirlo.
Bien hecho, hermana: no se trata sólo de dar comida a los necesitados, sino de ayudarles a que se valgan por si solos.
Bonito lo de "peregrino": todos lo somos, pero más aún si uno ha de buscarse la vida cada día.
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