Rafaela María

Mañana, 18 de mayo, es la fiesta de nuestra fundadora: Sta. Rafaela María.
Una gran mujer, y también una enorme santa.
Andaluza, muy sensata y alegre, ‘de perfil bajo’ como diríamos ahora.
Diría –aunque es opinión mía- que la definió su enorme amistad con Jesús, al que adoraba hecho Eucaristía, expuesto en el altar; y que quería –también era fundamentalmente apostólica- “ponerlo a la adoración de los pueblos”.
Tuvo, por otra parte, una vida muy dura: Nunca tuvo interés de ser fundadora pero las circunstancias –la Providencia- la llevaron a ello. Siendo menor que su hermana, que también fundadora, fue la primera superiora y superiora general; y formó a muchas de las primeras Esclavas.
Después de un tiempo, no tantos años, algunas de sus compañeras –hermana incluída- decidieron que no desempeñaba bien su cargo. A partir de allí, empezó un desplazamiento total y definitivo: Vivió el resto de su vida, 33 años (murió a los 75), sin ningún cargo de gobierno y sin ninguna misión apostólica. Aunque se mantuvo totalmente lúcida hasta su último día, tenía en la Congregación hasta fama de no muy sana.
Hoy están publicados una gran parte de sus escritos –cartas y apuntes espirituales- por lo que todo esto que sabemos, diría que es de primera mano. Siempre siguió siendo lo que puse arriba: Una gran mujer, andaluza, sensata y alegre, y una enorme santa ‘de perfil bajo’. Y, sobre todo, muy amiga de Jesús y enormemente apostólica.