miércoles, mayo 14, 2008

Tiempos difíciles.

Estaba pensando que los momentos difíciles –aquellos en que pareciera que no hay salida, que cuestan mucho, y uno teme porque se siente realmente amenazado sobre todo en las personas más queridas- no es fácil vivirlos (perogrullada). Por eso, a veces sucede que uno, sin querer, baja los brazos, o mejor dicho la guardia y vive un ‘sálvese quien pueda’: pareciera que lo que me queda es intentar –para mí y sobre todo para los míos- lo pasemos lo más suavemente posible.
También puede pasar –lo he experimentado, en lo personal y sobre todo en otras personas- que caigamos en la cuenta que lo que puede ‘salvar’ este momento –aunque permanezcan las mismas condiciones arriba descriptas- es que, cada uno, tratemos de sacar lo mejor de nosotros mismos en cada momento, para aliviarnos unos a otros.
Si, cuando recuerdo tiempos bravos vividos así, también tengo la experiencia de que, al final, se convierten en ‘tiempos –también- llenos de bendiciones’.

5 comentarios:

Silvia García dijo...

Hna
Como usted, pienso que cuando estamos en un momento difícil,(que todos los tenemos) lo mejor es sacar lo mejor de nosotros, pero sería sin sacarlo, es decir conectarnos con nuestro interior, con Dios y dedicarnos a la oración o a la meditación para que desde ese lugar podamos sentir que todo esta en el lugar que debe estar.
Un abrazo

AleMamá dijo...

Amén. Yo miro para atrás y en cada encrucijada dura de vivir de mi existencia veo patente el dedo de Dios que me indicaba el mejor camino para mí.

¿Supiste que la gente de Chaitén en el sur de Chile, ahora no sólo tiene el volcán al lado en erupción, sino que se inundó el 92% del pueblo abandonado por las cenizas y el peligro de piroclastos?
Pobre gente. Ojalá se cumpla para ellos lo que dices acá. Dios los ayude.

Anónimo dijo...

Sabe, yo estoy pasando por un momento dificíl, asi como lo describe.
El problema es directamente con mi padre, a veces siento que ya no puedo y me derrumbo.
Y sabe algo, quisiera irme lejos por un tiempo y poder tranquilizarme, descansar, estar en paz.
Pero cuando me pasan estos pensamientos, Dios me manda mensajes, de esos que como no queriendo te dicen "anda sigue adelante, yo estoy contigo".
De verdad que esa es mi única fuerza para seguir aquí...
Saludos desde México!

hna. josefina dijo...

Un saludo a las tres! Es impresionante cómo se siente patente la ayuda de Dios muchas veces después en estos casos. Pero yo me refería también a tratar de poner lo mejor de lo nuestro, para colaborar con la situación, en vez de que la situación nos pueda a nosotros. No tanto como algo de voluntad sino como una actitud de tratar de aliviar, con buena onda, lo difícil de la situación.
Ale ¿qué son piroclastos?
Sí oí que el agua está convirtiendo como en pavimento cuando el agua llega a la ceniza volcánica... Sí que estoy pendiente. Un abrazo!

Anónimo dijo...

Hermana es verdad lo que dices...en momentos de afliccion hay que entregar nuestro dolor al aquel que está crucificado...por otro lado...aca en la patagonia se huele a ceniza.Bendiciones.