"Creer no es poseer un perchero del que colgar los dogmas, sino abrirse al asombro de que Dios nos busque, que tenga planes e iniciativas y palabras para dirigirnos. Y si está a nuestra puerta llamando, es porque quiere cenar con nosotros (Ap.3,20); por eso, lo primero que tenemos que hacer es consentir en creer lo 'increíble': que su deseo de comunión y de intimidad precede siempre al nuestro; que es a Él a quien le resulta un regalo nuestra presencia; que es Él quien tiene planes e iniciativas y palabras para dirigirnos, y que lo mejor que podemos hacer es abrir la puerta y acogerlo.
Y con Él entrará también en nuestro corazón ese 'mundo sin hogar' que está esperando a la intemperie."
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Dolores Aleixandre rscj., Compañeros en el camino.
Madre Nuestra
Hace 12 años.
2 comentarios:
Gracias por tus palabras que animan en mi blog!
Interpretste muy bien. Quiero vivir este entretiempo muy metida en la realidad porque siento que "Él quiere cenar con nosotros", entonces voy a "abrirle la puerta y dejarlo entrar".Un beso grande de los dos.
Pregunta: y eso, ¿puede ser a través del prójimo, no? ¿Dios nos ama en los encuentros y desencuentros con el prójimo?
Beso!
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