Esta tarde escuché por radio que algunos padres de las víctimas de Cromañón fueron a la casa de Chabán, le rompieron los vidrios con piedras, lo insultaron y demás.
El comentario del periodista que trasmitía desde allí era algo así: "Esta reacción es lógica y comprensible, por lo que están viviendo estas personas, pero..."
Todo esto me preocupa bastante por los dos lados:
+ Por esos padres, a los que -estoy convencida- no les ayudará en nada cultivar tanto "rencor justiciero" para sobrellevar el enorme dolor de la pérdida de sus hijos.
+Y por nuestra sociedad -representada en el comentarista- que lo considera "lógico y comprensible".
Es verdad que soy cristiana (Cristo iluminó de algún modo mi vida, y le ha mostrado un sentido propio) pero estoy segura que, por eso mismo, enormemente "humana". Y no encuentro que haya algo más destructivo para el hombre que cultivar el rencor que carcome, el odio que te envenena.
En cambio -aunque parezca un absurdo, sobre-humano, y también (es verdad, tuvo que venir el mismo Jesús-Dios a mostrárnoslo) muy difícil-: ¡cuánto "nos alivia" el perdón!
Para nada quiero decir que todo debe quedar impune: En la sociedad es bueno tratar de corregir, y sancionar, para evitar males siguientes. Pero, personalmente -y creo tener alguna experiencia para poder afirmarlo-, estoy segura que no es a la víctima (los familiares son tan víctimas como los propios muertos) a quien le toca hacer esto. Simplemente por eso; porque, en ese caso, puede resultar muy difícil no mezclar justicia y odio, rencor o venganza.
...............
Claro que en nuestro país pareciera que, si no lo llevan adelante los propios cercanos, se hace muy poco o nada en estos casos.
...............
No sé si es fácil entender esto que quiero poner... o si sé explicarlo. ¡Ojalá alguien lo entienda!
El comentario del periodista que trasmitía desde allí era algo así: "Esta reacción es lógica y comprensible, por lo que están viviendo estas personas, pero..."
Todo esto me preocupa bastante por los dos lados:
+ Por esos padres, a los que -estoy convencida- no les ayudará en nada cultivar tanto "rencor justiciero" para sobrellevar el enorme dolor de la pérdida de sus hijos.
+Y por nuestra sociedad -representada en el comentarista- que lo considera "lógico y comprensible".
Es verdad que soy cristiana (Cristo iluminó de algún modo mi vida, y le ha mostrado un sentido propio) pero estoy segura que, por eso mismo, enormemente "humana". Y no encuentro que haya algo más destructivo para el hombre que cultivar el rencor que carcome, el odio que te envenena.
En cambio -aunque parezca un absurdo, sobre-humano, y también (es verdad, tuvo que venir el mismo Jesús-Dios a mostrárnoslo) muy difícil-: ¡cuánto "nos alivia" el perdón!
Para nada quiero decir que todo debe quedar impune: En la sociedad es bueno tratar de corregir, y sancionar, para evitar males siguientes. Pero, personalmente -y creo tener alguna experiencia para poder afirmarlo-, estoy segura que no es a la víctima (los familiares son tan víctimas como los propios muertos) a quien le toca hacer esto. Simplemente por eso; porque, en ese caso, puede resultar muy difícil no mezclar justicia y odio, rencor o venganza.
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Claro que en nuestro país pareciera que, si no lo llevan adelante los propios cercanos, se hace muy poco o nada en estos casos.
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No sé si es fácil entender esto que quiero poner... o si sé explicarlo. ¡Ojalá alguien lo entienda!
1 comentario:
ES fácil, se entiende bien lo que decís...a mí me subleva:
-que estamos en una democracia y la presunción de inocencia tanto como esperar una sentencia "afuera" forman parte de los derechos de cualquier ciudadano (claro que al ciudadano Pirulo y más si es de tez oscura, el sistema le complica ejerzerlo, pero el derecho está y ese es otro tema)
-la demagogia de buscar culpables "del gobierno" (se verá si los hay, quiénes , con qué responsabilidad) y no mencionar ni por asomo la responsabilidad primera de los descerebrados que prenden bengalas en un lugar cerrado y encima lleno de material inflamable; igualmente, la responsabilidad clave de tantos grupos musicales, Callejeros pero no sólo, que hacen en sus letras un culto suicida del descontrol, del delito, del reviente drogadicto, de la transgresión imbécil de pautas elementales de convivencia, y así. Dios nos guarde...
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