martes, febrero 28, 2006

102

En mi comunidad tenemos una hermana que cumplió, a principios de este mes, 102 años.
Prácticamente, hace la misma vida que todas nosotras. Es verdad que oye bastante poco –y esto le hace más difícil la integración en los momentos de reunión con varias personas- pero no por eso se rinde. ¡Al contrario! No se pierde nada.
Ahora también le cuesta bastante caminar; pero mientras a otras, que son más jóvenes –siempre hablo arriba de los 85 o 90-, nos fijamos de ayudarles ofreciéndoles nuestro brazo para ir de un lado a otro, sabemos que a Angélica le gusta hacerlo sola.
No se pierde acto común ni programa; contamos con ella en todas las ocasiones: hasta sigue haciendo ‘adoración nocturna’ –los primeros viernes, las hermanas y algunos laicos, nos turnamos de hora en hora, y así tenemos a Jesús en la Eucaristía expuesto en el altar toda la noche con las puertas de la iglesia abiertas a la calle, para invitar a adorar a quien quiera- como cualquiera de nosotras (sólo que no la dejamos sola, sino que en ese turno hay otra hermana); y hoy –por supuesto- salió con todas a hacer un tour por Buenos Aires, en Combi, como cierre de vacaciones.
Después del paseo llegó a la adoración. Venía con su bastón caminando despacito. ¡Esas cosas cansan hasta con menos años!, pero igual no falló.
Yo, que estaba rezando, la veía avanzar; de a poquito pero sin dudar... como avanza en la vida, desde hace tanto tiempo. ¡Cuánto ha cambiado todo! ¿Se imaginan desde 1904 hasta hoy?... Y la Hna. Angélica no afloja. Sigue adelante. Siempre fiel, y también, siempre contenta y entregada del todo, como si todo fuera muy fácil y sencillo.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Testimonio que deambula.
Gracias por compartirlo

Juan Ignacio dijo...

¡Ejemplar!

Anónimo dijo...

La hermana Angélica (se llama igual que una hija mia de 20 años), me lleva a mi 49, medio siglo. Si yo viviera tanto como ella..., ¡lo que me queda por hacer!. Al final seguro que no es para tanto: vivir, rezar, dar gracias a Dios, acercar a la gente a Dios... repetir la grandeza de la vida oculta de la Virgen María.

Claudia Landini dijo...

uy! un soplido de tiempo... a veces la vida es tan corta.

Anónimo dijo...

que bueno y luego dicen que las hermanas no llevan una vida sana,jaja, sin ir al solarium, ni hacerse el lifting.

Marta Salazar dijo...

Un ejemplo! Y seguro que está siempre alegre (?) !

Anónimo dijo...

A nosotras nos anima a vivir con alegría, y relativizar las dificultades cotidianas. Gracias Angélica por tu vida y tu entrega, que hace más fecunda la de los demás. Que sigas por muchos años derrochando vida...
Ignacia, Josefina y Mary.

hna. josefina dijo...

Gracias Sunchalenses! Angélica no sabe que está en mi blog... tendré que decírselo... Un abrazo a cada una!

Marta Salazar dijo...

Hna. Josefina, puedo poner tu/su blog en la lista de los blogs amigos de mi blog? que es tanto como decir los blogs que leo y recomiendo?

hna. josefina dijo...

¡Por supuesto!
¡Muchas gracias y bienvenida!

Raquel dijo...

¡Qué testimonio! Gracias por darnos regalitos como este. Mérece la pena dejarse la piel.

Muchos saludos desde el otro lado del charco!!
Raquel

Rubén dijo...

Mil Gracias por compartir la vida de entrega de la Hna Angélica, nos ayuda a descubrir que en un mundo que grita lo contrario, vale la pena gastar la vida por Cristo... espero pueda leer mi mail e invitación a http://sacerdotessinfronteras.blogspot.com

Gustavo er Cura dijo...

Estos son las personas q nos muestran q seguir el camino de Dios nos hace caminar mas tiempo para dar testimonio del amor de Dios con los hombres, cuando le seguimos