Estoy convencida que el de ayer fue un día muy importante para los argentinos.
Por eso, es posible que vayamos viendo sus frutos con el tiempo. Pero quisiera, ya, apuntar algunas impresiones:
- Ahora sabemos que, lo que tantas veces creímos imposible de cambiar, se puede.
- El triunfo de ayer –de lo que parecía una causa perdida, una lucha entre David y Goliat- se logró con la suma del voto a voto. Con la opción sencilla –y para algunos tan valiente- y firme de cada uno. La suma de uno, más uno, más uno... produjo mayoría.
- Desde que tengo memoria, nunca viví algo así en mi país: Hubo, desde las provincias, momentos importantes que marcaron la Historia pero, desgraciadamente, los recuerdo siempre violentos. Hoy, desde Misiones, nos enseñaron a todos, lo que puede hacerse, juntos, en orden y en paz.
¡Ojalá lo aprovechemos!¡Gracias Misioneros!
Madre Nuestra
Hace 12 años.
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