“Y dijo Dios: hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza (...)
Creó, pues, Dios al hombre a su imagen,
a imagen de Dios le creó,
varón y mujer los creó.” (Gn.1,26-27)
Los hombres somos imagen Suya... Es así, que aquí en la tierra, muchas veces, conocemos a Dios –aprendemos cómo es Él- a partir de lo que vemos y conocemos en su imagen: el hombre.
El hombre: varón y mujer.
El varón nos muestra, en sí, en tanto bueno y bello como es, algunos de los rasgos de Dios. Podríamos decir, los rasgos masculinos de Dios.
La mujer, también, en la belleza y bondad peculiar de su ser, nos entrega otros rasgos de Dios que, desde nosotros, podríamos llamarlos femeninos.
Hoy pensaba: ¡Qué pena cuando -o por ignorar alguno de los dos o por querernos igualar- no sólo dejamos de conocernos y gozarnos entre nosotros, sino hasta perdemos, con ello, nuestra capacidad de ‘alcanzar’, o comprender o conocer, un poco más, el verdadero rostro de Dios.
Por eso, en su misericordia, nos regaló a Jesús.
Pero, a los que no vivimos en su tiempo y en su lugar, se nos sigue mostrando –también- en el hombre: la mujer y el varón.
¡No empañemos su imagen! Y serán muchos más los que lo puedan alabar.
Madre Nuestra
Hace 12 años.
2 comentarios:
Muy a cuento con el día que dicen que se celebra hoy...
Así sea y que tengas razón! Aunque el hombre y la mujer sean tan distintos. Salud!
Publicar un comentario