Una vez, dos monjes budistas iban de viaje a otro monasterio bajo un fuerte diluvio que había embarrado todo el camino. En eso, se encuentran con una joven hermosa, vestida con un precioso kimono y con un paraguas para protegerse de la lluvia, completamente inmóvil. Tanzan se dio cuenta enseguida: ella prentendía cruzar el camino, pero el barro le ensuciaría el vestido. Se acercó a ella, la tomó en brazos, cruzó el camino y la dejó en el suelo. Después los dos monjes siguieron su viaje. Ekido no dijo una palabra durante el resto del día. Pero cuando llegaron a destino, no pudo contenerse más: "Lo que hiciste fue peligroso. ¿Por qué lo hiciste? Los monjes nos mantenemos alejados de las mujeres, especialmente si son jóvenes y bonitas". Y Tanzan contestó: "Yo dejé a la niña allí. ¿Tú todavía la llevas contigo?"
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Comentario: Cuando lo leí me hizo pensar. A veces vivimos situaciones análogas ¿no?
Madre Nuestra
Hace 12 años.
2 comentarios:
Si las vivimos, y a veces son cargas muy pesadas, es dificil desligarse de lo vivido, yo creo que solo se consigue con la ayuda de Dios.
Algunas veces es la intención y el pensamiento lo que cuenta a la hora de juzgar. Algo inocente puede ser mal interpretado según el color del cristal con el que miremos.
Hna Josefina he visto que las 19:30h de montevideo son las 23:30h españolas. Dinos con tiempo si vas a ir otro día a la radio.
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