jueves, julio 03, 2008

Ingrid Betancourt



Escuché algunas de sus declaraciones y comentarios.
Me parece que, por momentos, los medios se exceden, porque la vida privada debería seguir –siempre- siendo eso: privada.

Ojalá no nos olvidemos de todos los que todavía siguen secuestrados.

Volviendo a Ingrid, al principio me quedé bastante asombrada por su entereza, pero después me dí cuenta que, probablemente, toda esa riqueza personal que muestra es consecuencia –tal vez, mejor dicho, fruto- de su experiencia de vida:
Le escuché hablar de paz, de construir entre todos, de mirar para adelante.

Estos son los momentos en que me alegro muchísimo estar viviendo en esta época donde es tan fácil la difusión. Ayer fuimos muchos los que estuvimos pendientes de Ingrid.

2 comentarios:

Fran dijo...

Qué fortaleza y espiritualidad la de Ingrid para haber soportado estos años.
He leído como fue el rescate y es impresionante, hasta arte dramático aprendieron los miembros de la misión para resultar convincentes. Ha sido fantástico.

Anónimo dijo...

Hermana Jose...pues de nuevo le escribo, Maria de Bogotá...debo decirle que me ha emocionado mucho ver un post en su borrador de Ingrid...para mi y para muchos lo más impresionante ha sido la certeza de Dios y de la Virgen que Ingrid tiene hoy! Fruto sin duda de 6 años y 5 meses de selva, de secuestro...y ella que era una mujer muy altiva se ha rendido ante el que ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA, LA VERDADERA LIBERTAD!!!!....Bonito Dios por la vida de cada uno de los que han vuelto y por la vida de los que aún están allá...Y bonito Dios porque todos estamos llamados a no vivir secuestrados!!! DIOS Y MARÍA CON NOSOTROS