viernes, octubre 15, 2010

Con los mineros


No me decidía a poner nada en el blog porque creo que tal vez esté todo dicho, o que no es fácil decir algo. Pero en realidad sigo conmovida y no escribir podría dar a pensar que pasa inadvertido.
No es sólo el rescate... que fue fantástico. Fueron dos largos meses que estuvimos en vilo; primero por la desgracia del derrumbe y, una vez que los encontraron. pendientes de que se mantuvieran fuertes, animados, tratando de apoyar con la oración y la esperanza.
No sé si seré ingenua, pero estoy segura de que el mundo -como fue, no sólo Chile sino el mundo- pendiente, tratando de animarlos, y los creyentes rezando, tienen que haber sido un gran aporte para ellos. No porque lo supieran, sino porque esa fuerza seguro se les hacía sentir.
Por eso la alegría de ahora -¡tanta!-, por eso es que estamos todos tan conmovidos.
¡Un abrazo grande para Chile!
¡Un abrazo grande y fraterno para cada minero!

6 comentarios:

AleMamá dijo...

Querida Josefina, me has hecho saber oportunamente y así lo he sentido de tu solidaridad orante por ellos. Gracias.

Lo más lindo, y una lección que vieron millones de personas es la fe en sus distintas "versiones" que demostraron urbi et orbi esos rudos hombres que soportaron la adversidad y una prueba casi inconcebible con la esperanza puesta en Dios. Era emocionante verlo s salir y declaralo así uno tras otro.

Creo que los paladines de las burlas hacia los cristianos debieran pensárselo dos veces. Realmente va siendo "políticamente incorrecto" mofarse de la fe del pueblo sencillo si no quieren respetar a los más educados.

Un beso y gracias por todo

Fernando dijo...

Fue una gran cosa, hermana. Uno lee el periódico y todo son malas noticias, es maravilloso que al menos haya habido una buena, y que en ella se haya visto la grandeza del ser humano.

Y, sí, ¡tantos meses de oración de tanta gente, por todo el mundo!

¡Viva Chile!, ¡viva América!

Mariaisabel dijo...

Felicidades a todos los que han hecho que esta operación haya sido un éxito.
Me congratulo enormente y me uno a los mineros y a sus familias.
Un abrazo
Mariaisabel

maria jesus dijo...

El que hayan podido resistir en el fondo de esa mina durante tanto tiempo sin perder la esperanza, conviviendo tantas personas lo veo como un autentico milagro, no lo creo posible sin la ayuda de Dios.

Eso sin restar importancia al trabajo de tanta gente y a los medios tecnicos.

Una muestra mas del poder de la oración

Anónimo dijo...

Quien confia en Señor nada es imposible gracias por estos hermanos que una vez más nos revelan a un Dios que habita en cada uno de nosotros un saludo en Cristo Jesús

Marta Salazar dijo...

Hola! No, no eres ingenua... no sabes cómo movió también a los fríos alemanes este tema... a mí, hasta me abrazaron por la calle... Un abrazo y gracias!