Sin duda mi país está pasando tiempos duros. Muy duros, diría yo, en los que tenemos que pedir a Dios que nos guíe y cuide, y esmerarnos mucho por valorar sobre todo la paz y la hermandad entre los argentinos.
Pero, también, cada vez tengo más certeza de que estamos haciendo Historia; de que va creciendo un país nuevo: más solidario, fraterno, en que lo más importante no será la plata, que crece en el deseo de un verdadero federalismo.
Es cierto que recién está apareciendo. ¡Nos falta muchísimo todavía! Si miramos hoy, parece mucho más que lo que no está que lo que empieza a brotar... Pero no hay árbol sin brote primero, no hay hombre maduro sin antes un bebe.
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Nota: El gaucho es Francisco. Él sí crecerá con el país; por ahora lleva el futuro puesto en la boina
2 comentarios:
Dios te oiga (y te guarde esa esperanza).
Parece que la humanidad siempre tenemos que estar en lucha y con un anhelo. Con tantos siglos a cuestas y todavía no nos hemos puesto de acuerdo. Con mucha facilidad se olvida a los sabios que pudieron aportar luz en la historia y volvemos a caer en las mismas piedras.
Pero muchas veces las crisis son necesarias para llegar a algo mejor.
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