"Podemos vivir en una comunidad porque es dinámica, calurosa y resplandeciente. En ella nos encontramos felices. Pero si sobreviene una crisis con tensiones y agitaciones, comenzamos a dudar de lo acertado de nuestra decisión:'Quizá me haya equivocado'.
Si entramos en una comunidad siguiendo un impulso personal, no permaneceremos a no ser que tomemos conciencia de que es Dios quien nos ha elegido para esa comunidad. Es solamente entonces cuando encontraremos la fuerza interior para vivir los momentos difíciles.
¿No ocurre lo mismo en el matrimonio? El vínculo de unión se hace profundo de verdad cuando el marido y la mujer toman conciencia de que es Dios quien les ha unido para ser el uno para el otro signo de amor y de perdón."
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Vanier,
La comunidad. Lugar del perdón y de la fiesta, pg.54.
No pensaba seguir poniendo citas de este autor, pero tiene párrafos sensacionales, llenos de sabiduría.
9 comentarios:
Tan simple y tan profundo! Gracias por seguir con este autor.
Meditar desde lo cotidiano nos hace bien. Nos ayuda a comprendernos a nosotros mismo para, después sí, comprender al otro.
Gracias! Gracias!
Claro que no es fácil vivir así... aunque soy diocesano, lo veo y padezco a veces. Bendiciones hermana Jo.
Muy bueno.
(Cuando uno se da cuenta que no es sólo uno el que define ciertas cosas, se torna más dispuesto a afrontarlas).
Profundisimo Varnier. Efectivamente, si no se hacen las cosas por Dios, todo es mucho más dificil
Siiii!!! Me encanta el post. Y creo que también somos instrumento de Dios cuando somos padres. El nos elige también en ese caso. (aunque en el mío ni lo uno ni lo otro, ya que no estoy de novia. Ojalá me haya elegido para el matrimonio y ponga en mi camino el compañero ideal. Mientras tanto, estoy tan feliz con mi profesión, amigos, familia, vida!!!!!!!!!
Abrazo en Cristo, Josefina!!!
que buen post josefina! El otro dia me dijeron que el amor incondicional es aceptar al otro como es, sin condiciones. Espero conocer un amor humano que se asemeje, sin duda es de la mano de Dios, de otro modo no podríamos dejar de pedirle al otro que sea tal cual nosotros queremos.
Paso por aquí por primera vez, hermana y me gusta lo que dice ese autor nos propone.
Esperemos que no nos falte nunca esa fuerza interior para ir pasando la vida "saltando" las dificultades.
Afortunadamente, en cuarenta y tres años de matrimonio feliz, solo puedo dar gracias a Dios por el paso que dí.
Volveré si no le importa y desde Valencia, en España, un fuerte abrazo.
Hermoso el post Hna y que verdad dice, Dios nos une, nos separa, nos vuelve a juntar, a su imagen y semajanza.Somos EL.
Un abrazo
Para reflexionar,este post, tiene mucha sabiduria
Buena semana, Hermana
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