viernes, diciembre 23, 2011

domingo, diciembre 18, 2011

Preparando la Navidad

Junto al pesebre, en nuestra iglesia durante estos días de la octava, hay dos canastas: una con tarjetas de felicitación, y que tienen también una oración para bendecir la mesa de Navidad, y la otra con corazones hechos en goma Eva.
Hay que recoger las dos cosas –tarjeta y corazón- para, entonces, regalarle la tarjeta a alguien que supongamos que probablemente no celebrará esta fiesta yendo a la iglesia, o dejarla en un negocio, o a quien nos parezca que le pueda resultar un medio de acercarse a esto tan grande que celebramos.
Entonces escribimos el nombre de esa persona o negocio en el corazón, lo traemos, y se lo ponemos al Niño en el pesebre; para, entre todos, armarle un mullido colchoncito.

Es lindísimo ver el entusiasmo de tantos que se acercan a agradecer la idea. Empezamos ayer y en la primera Misa no más se vaciaron las canastas. Y el pesebre ya tiene bastantes corazoncitos cuando todavía faltan varios días. ¡Qué cómodo estará el Niño cuando lo pruebe!