viernes, abril 19, 2013

"Argentinazo"

Así titula su editorial sobre la marcha el periodista Alfredo Leuco, de radio Continental.
Un buen título.
Alguna de nosotras fuimos. Impresionante.
Me da mucha esperanza ver que pareciera que, por fin, los ciudadanos nos vamos haciendo cargo -en paz y siempre dentro de la ley- cada uno, aunque sea participando de una marcha, de la construcción y el futuro del país.
A veces le pasamos todo al gobierno, o a los políticos.
Todos somos responsables de lo que vamos viviendo. O por activa o porque permitimos que suceda, o al menos somos indiferentes en el momento de votar o de aportar nuestro granito.
Pareciera que vamos sintiéndonos más unidos, más responsables los unos de los otros.
Mucha, mucha gente joven; también mayores con bastón, dificultad para caminar, matrimonios con chicos pequeños y demás.
En medio de todo, una alegría.

miércoles, abril 17, 2013

Estos tiempos






En nuestro país estamos viviendo tiempos difíciles. Cada vez más difíciles.
Ojalá que todos los que vivimos en él vayamos buscando, de verdad, caminos que nos lleven a buen puerto.
Unidos, prefiriendo siempre el bien común -y en especial el de los más necesitados-, y construyendo con proyectos a largo plazo una buena y sana Argentina para los que vendrán.
Dios lo quiera y nosotros seamos fieles.

jueves, abril 11, 2013

Emocionante


Ayer, a las 6 de la mañana, tuve que abrirle la puerta de calle a una hermana que viene a acompañar algunas noches a nuestras enfermas.  Al abrir la reja que nos separa de la vereda nos encontramos con que habían roto bolsas de residuos y la basura estaba desparramada por el piso a lo largo de varios metros.
 La hermana tuvo que salir con mucho cuidado; y yo, bastante impresionada por lo que sentí como una verdadera agresión ya que parecía hecho a propósito, puse de nuevo el candado y entré a la casa pensando cómo iba a limpiar todo eso. En ese momento confieso que más bien escapé del lugar dejando para más adelante la solución.
Casi sin darme cuenta noté que, a cierta distancia, había un hombrecito con un instrumento en la mano que parecía algo así como esos pinchos que usan en las plazas para juntar las hojas secas del otoño. No le hice mucho caso.

Llegó la hora, 6.45,  de abrir como siempre la puerta de la iglesia –todo da a la misma entrada general- y de las rejas y me dispuse pensando que debía encarar como limpiar semejante estropicio.
Imaginen mi asombro ya que al abrir me encuentro ¡toda nuestra vereda más reluciente que nunca y sin rastro de basura o papel alguno! ¡Qué sucio había estado y qué limpísimo estaba ahora!...
Y me dí cuenta, esta vez sí, que todavía seguía el hombrecito que había visto antes:
-¡Usted nos limpió la vereda!
- Y, ya que estaba aquí…
¡EMOCIONANTE!... Pareció un sueño.

Cuando me acerqué lo reconocí. Cada tanto viene una temporadita a comer con nosotros –el comedor es la tercera puerta que da a esa reja- y después desaparece.
Hoy había reaparecido.
¡Y, ya que estaba aquí!...

lunes, abril 08, 2013

Distintas miradas


Estos días, a propósito de la elección del Papa, estuve reflexionando sobre las diferencias de miradas según nuestras propias experiencias.
A veces creemos que en esta época en que estamos, o nos creemos, tan 'comunicados' o 'cercanos' nuestras miradas deben ser muy similares y, si afinamos un poco, nos damos cuenta de que no es para nada así.

Lo que me hizo pensarlo es este ejemplo tan trivial: 
Lo que ha resultado, para los argentinos en general pero para los porteños (los que somos de la ciudad de Buenos Aires) en particular, el que nada menos que el Papa sea uno de los nuestros es algo que todavía no podemos medir. Impensable, impresionante el saber que lo conocemos, somos amigos de su familia, lo hemos tenido con nosotros tantos años…
¿Y en Italia, que hasta hacen tres Papas fueron muchos los italianos? ¿Les resultaría tan asombroso? ¿Les cambiaría tanto la vida? Probablemente no. Incluso pienso que es posible, que por cercano, mirarán la misma institución del Papado de una forma muy distinta que nosotros.

Y así será con tantas otras realidades de la vida que ni nos damos cuenta.