En nuestro país estamos viviendo tiempos difíciles. Cada vez más difíciles.
Ojalá que todos los que vivimos en él vayamos buscando, de verdad, caminos que nos lleven a buen puerto.
Unidos, prefiriendo siempre el bien común -y en especial el de los más necesitados-, y construyendo con proyectos a largo plazo una buena y sana Argentina para los que vendrán.
Dios lo quiera y nosotros seamos fieles.
4 comentarios:
Amen
Que Tata Dios así lo quiera.
Saludos Santiagueños
Siempre que pienso en lo mal que lo están pasando allá, recuerdo lo que decía mi abuelo, que era un país riquísimo pero que la clase política no era capaz de gobernarlos para evitar estas cosas tan tristes.
Ruego a Dios porque prime el buen criterio y no deriven hacia una venezolanización, lo que sería terrible.
Un abrazo ¡y arriba los corazones! Sursum corda!
Yo rezo mucho por ustedes, hermana. Es algo increíble que un país que fue el más próspero de América del Sur a mediados del XX se vea ahora como se ve. Espero que todo mejore, para lo cual sería bueno que la gente votara con más cabeza.
Muchos paises son riquísimos, pero los gobernantes se los han llevado entre las patas, por esas ansias de poder y de dinero.
Han sido tan poco inteligentes, que no se han dado cuenta que mientras mejor estén los cudadanos, mejor estarán ellos también.
Lo llevo en mis oraciones y en mis pensamientos hermana Josefina.
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