martes, septiembre 05, 2006

Encontré una cita de Nietzsche

Que tiene mucho que ver con lo que quiero decir.
No me pregunten de dónde sale porque la tomo de un artículo donde no ponen los datos, pero ¿diganme si no tiene razón?:

"Los cristianos no tendrían necesidad de exigir tan obstinadamente fe en la autoridad de un libro, si el mensaje alegre de la Biblia estuviera marcado en su rostro."

¿Qué les parece?

9 comentarios:

Mara dijo...

Pues que Nietzsche en algunas cosas tenía razón, y esta será una de ellas. Pero yo me pregunto si esa de idea de un cristiano triste nos la hemos creido o es verdad. Cuando miro a mi alrededor y veo a gente católica de verdad veo caras alegres, con sus situaciones, con sus problemas, pero alegres. Y cuando veo lo que trasmiten en los medios de comunicación siempre es lo contrario. No será que nos hemos acabado creyendo la imagen que nos quieren trasmitir de que un cristiano es alguien resentido, deprimido, rancio y asqueado de la vida??

Jose Menchon dijo...

Estoy de acuerdo. como decia aquel otro, "Nosotros somos el único evangelio que mucha gente leerá..."

Saludos

Juan Ignacio dijo...

Muy acertado.

Por otro lado, no se trata de presentar algo propio. La Buena Nueva que transmitimos no es nuestra, y por lo tanto es lógico que no la podamos cumplir en plenitud.

Es por eso que hay veces en que uno no será un perfecto Evangelio (utilizando palabras de José). Pero sí debe tratar de serlo (y pedir para serlo). Y presentar la Buena Noticia con humildad y alegría.

Claro, si realmente no encontramos un tesoro y estamos alegres y felices por haber conocido la Palabra, difícilmente la podamos transmitir.

Saludos.

Pablo Muttini dijo...

¡Excelente!. Totalmente de acuerdo (y me hago cargo de mi propia expresión mientras pido a Dios transparentar su alegría).
Comparto también algo de lo que plantea "estarjo" pero siento que basta mirar a nuestros costados en las celebraciones para comprobar que, salvo honradísimas excepciones, no parece que estuviéramos de fiesta.
Creo que viene bien el sacudón para hacer el esfuerzo y pedir la Gracia.
Querida Josefina, gracias por este tónico para comenzar el día.

hna. josefina dijo...

Estarjo: estoy de acuerdo con vos. Pero no te olvides que esto empezó en el post anterior, y yo me cuestionaba a mí misma; no a los de al lado. Me doy cuenta que a veces me pasa esto.
Por otro lado, como creo muchísimo a esta altura de la vida en la misericordia de Dios, el descubrir esto de mí, no me abruma, sino que en serio me da alegría. Porque ayuda a revisar. Y entonces se agradece.
¡Gracias a todos!

Sinretorno dijo...

Hermana, muchas gracias por sus visitas. Argentina hizo un gran campeonato y fue el único rival serio. Veo hermana que se mueve perfectamente entre el basket, la actualidad y la poesís religiosa. Enhorabuena. Le pido oraciones.Un abrazo hermana, el mundo se sostiene gracias a ustedes, las monjas, madres,hermanas.

Aeronauta dijo...

Me recuerda a Ghandi, que afirmó:"... que si los cristianos practicaran lo que Jesús predicó en el Sermón de la Montaña, él sería, sin duda, cristiano.

Convenzámonos que somos la única referencia de Cristo para algunos, pues si no nos ven coherentes, no les interesará conocer al Maestro. Será disculpa, pero al menos no les demos esa explicación de su no creencia.

Mara dijo...

creo que el descubrir esas cosas hacen dar un gran paso, el simple hecho de verlas ya indica que estas en funcionamiento, y como dices, es motivo de alegria

Anónimo dijo...

Leí sus dos post y no se si en este comentario me voy a ir por las ramas.
Un cristiano, no necesita plantearse dar testimonio de alegría, necesita ser cristiano, buen cristiano, identificarse con Cristo y con su Iglesia y la cara se le pondrá alegre sin hacer ningún esfuerzo, su testimonio resplandecerá ante los demás porque lo que reluce no es él sino Cristo que lleva dentro. Creo que muchas veces nos planteamos objetivos erroneos, por ejemplo, pretendemos ser alegres forzando la sonrisa o haciendo gracias a destiempo (mientras que descuidamos la Oración). Los Santos atraían a los de su entorno por su identificación con Cristo, no por sus chistes, eran alegres incluso en los momentos de mayor sufrimiento. Juan Pablo II o la Madre Teresa de Calcuta son dos buenos ejemplos de lo que quiero decir: Oración y Alegría, Cruz e Identificación con Cristo.