domingo, noviembre 01, 2009

Fiesta de Todos los Santos

Nos decía el padre en la homilía de la misa de hoy:

Hoy es el día de toda la Humanidad -los que fueron, los que son y los que serán- en cuanto redimidos, salvados, por Dios.
En el Credo decimos: "Creo en la comunión de los santos".
Todos hemos sido santificados en el Hijo.
Por supuesto que está en nosotros, en cada uno, acoger, aceptar esa salvación que es para todos.
Dijo san Agustín: "El que te creó sin ti no te salvará sin ti".
Y todos, también, los que están en el cielo, y los que estamos todavía aquí, podemos interceder unos por los otros.
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O sea:
Hoy celebramos, no sólo a los santos canonizados, sino a todos los que ya han muerto -mis padres y hermanos y los tuyos, seres queridos y no tanto,¡todos!- y a todos los que fueron, somos -o serán- santificados por Dios. "Una multitud -dice la Palabra de Dios- imposible de contar".
¡Es una fiesta grande!

5 comentarios:

Juan Ignacio dijo...

"Hoy celebramos, no sólo a los santos canonizados, sino a todos los que ya han muerto". ¿Eso no es mañana?

ALMA dijo...

A la duda de Juan Ignacio, a mi me enseñaron que hoy 1ro. es día de Todos los Santos y el 2 día de los Fieles Difuntos, es así Hermana?

El día 2 es el día de oración por las almas necesitada de ella, es así Hermana?

Gracias por poder plantearle mis dudas

Fernando dijo...

Querida hermana:

Me conmovió ayer, en la homilía, darme cuenta de que algún año, espero que dentro de mucho, habrá gente rezando el 1 de Noviembre por nosotros, y que ese día será también la fiesta de cada uno de nosotros (¡espero!).

hna. josefina dijo...

¡Seguro que sí, por el amor misericordioso de Dios, Fernando!
Juan Ignacio y Alma: El día 1 celebramos a todos los que están en el cielo -todos los salvados son santos- y, según lo que nos explicaba el sacerdote ayer, también a los que todavía no llegamos pero estaremos un día. Celebramos la santidad -que es un regalo de Dios, en Jesús- de todos los que acogemos la Redención.
Hoy, día 2, conmemoramos a los difuntos: Todos los que murieron y que -por la comunión de los santos también- pueden recibir de nuestra intercesión para completar la purificación necesaria para gozar del cielo.
En realidad, nosotros tenemos tiempo y ellos no tienen... o sea que desdoblamos, y aplicamos un antes y un después, porque usamos nuestro lenguaje. Los que están ya en el cielo -también un modo de decir, 'un lugar'...- no necesitan ya de nuestras oraciones sino que ellos interceden por nosotros. La llamamos Iglesia triunfante y es la fiesta de ayer. La Iglesia también cree que -además de la militante, nosotros, y la triunfante los que gozan ya plenamente junto a Dios- hay 'un estado'intermedio, podríamos decir, que es la 'purgante', donde se completa la purificación para entrar al cielo, y por la que podemos interceder, ayudar, nosotros desde aquí; y eso es lo que hacemos este día 'de los difuntos'.
¡Ojalá lo haya explicado bien!

Juan Ignacio dijo...

Sí, muchas gracias.