lunes, junio 06, 2011

No aprendo


Durante el reparto del sábado, en el comedor, nos dimos cuenta que casi no quedaban alfajores; por eso decidí ahorrarlos para que tuviéramos algo de postre para la semana.
Esta mañana, tuve que salir por el atrio de la casa -la puerta está en el medio, la portería de la casa a un lado y el comedor al otro- para llevarle algo a la portera y, en esos pocos metros, me topé con una señora que me paró pidiéndome disculpas:
Quería contarme que tenía en su casa varias tortas y me preguntaba si no se las recibíamos. Por supuesto que lo hicimos encantados, y al rato trajo cuatro cajas con unas riquísimas tortas de distintos gustos.
¡Y yo que me había preocupado el sábado porque nos íbamos a quedar sin postres!
Es más, al mediodía cuando llegué a la comunidad recibí un llamado de quienes nos los donan para avisarnos que podíamos ir a buscar alfajores.
Como digo en el título, no aprendo porque me sigo preocupándome un poco cuando siempre sucede que de algún modo llega lo que necesitamos.
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Tortas aquí les llamamos a los pasteles dulces que se hacen por ejemplo, para festejar el cumpleaños o acompañar un rico té.
Alfajores, creo que no hay en otros países, son como tortas chiquitas -generalmente de dulce de leche-, muy ricos, que comemos los argentinos como golosina.

6 comentarios:

maria jesus dijo...

Me he enterado que su fundadora es española y paisana mía, andaluza.

Con la labor que hacen ¿Como va a permitir que les falte algo? Es la ventaja de tener quien les ayude en el cielo

AleMamá dijo...

No, uno no aprende....yo pensé que te habían robado los alfajores, como me pasa con los postres en casa, cuando andan merodeando los niños.....

Besos y que la Providencia siga haciendo de las suyas.

maria jesus dijo...

En España las llamamos tartas, cuestion de una vocal diferente solo, y los alfajores son unos dulces navideños hechos con almendra y azucar.

Un beso hermana

Mento dijo...

Hermana, me arranca una sonrisa.
Me encata ver como la Providencia Divina nunca nos deja de sorprender. ¿Qué cree que me paso a mi hace poco? Era la feria en mi ciudad y mis hijos querian ir, son pequeños 8 y 4 años. Ellos no entienden de que su padre esta parado y de que con mi baja apenas da para comer. Pues bien, llegó a casa uno de mis catequistas, yo pertenezco al camino neocatecumenal, y me dio una buena suma de euros para que llevara a mis hijos a la feria y no les faltase de nada.
Como usted bien dice no hay que preocuparse. Dios es un experto en tenerlo todo previsto.
Un abrazo.

Fernando dijo...

Qué historia más dulce, hermana.

Una conocida mía, que está muy metida en las cosas de Dios, necesitaba una televisión para una actividad social, pero no tenía dinero para comprarla. Iba por la calle, rezándolo, y en un banco encontró ¡dos televisiones! abandonadas; luego vio que funcionaban.

¿Es posible que alguien abandone dos televisiones que funcionan?

hna. josefina dijo...

Sí, María Jesús: Rafaela María Porras. Era de Pedro Abad, Córdoba.
Una mujer sensacional. También tiene otra hermana, que se llamaba Dolores, y varias amigas cordobesas, empezaron todas juntas la congregación en una vida llena de aventuras.
Con muchísima valentía, también humor, y muy enamoradas de Dios.
Mento, qué lindo lo del festival. A mi madre, cuando éramos chicos y ella ya viuda, le pasaba muchas de esas. Una maravilla.
Fernando, sí muy dulce todo como que eran tartas y alfajores. Buenísimo lo de los televisores, y típico de la Providencia.