jueves, agosto 14, 2008

Maximiliano Kolbe



Hoy es el aniversario de su muerte.
Sacerdote franciscano, polaco, que prisionero de los nazis en el campo de concentración, se ofrece -y muere- para reemplazar a un condenado a muerte que tenía esposa e hijos.
Cuando Juan Pablo lo canonizó también lo declaró mártir.
Hasta ese momento, mártir era, explícitamente, un testigo de la Fe. En este caso, el Papa amplió el concepto de martirio aplicándoselo a quien dio su vida por amor a un hermano, o sea, en un acto de amor heroico.

6 comentarios:

AleMamá dijo...

Ya me parecía que algo debieron innovar para hacer que fuera mártir, pues santo como era, mártir "a la antigua no lo fue". Gracias por aclararme el concepto.
Besos

Joana dijo...

Maravillosa historia Hermana, no la conocia.
Es realmente un acto maravilloso lo que el hizo, que bueno que tuvo el reconocimiento y que triste que haya perdido su vida.

Gracias por compartirlo.

Saludos.

ALMA dijo...

Hermana, no conocía esta historia, gracias.

Juan Ignacio dijo...

Conocía la historia, no lo del martirio. Muy breve pero interesante.

Kike dijo...

Este es un santazo, me conquistó desde que me enteré de él. Y una biografía espectacular y muy a su altura (y la recomiendo) es Todo es amor, de André Frossard, hermosamente escrita, bien documentada, sobria y con una joya de la literatura en el capítulo llamado "Auschwitz".

Loco y desquiciado por el Evangelio, como todo auténtico santo, Kolbe es ciertamente un tremendo ejemplo.

Anónimo dijo...

¡Hola Kike!
Estaré atenta por si aparece en algún lado este libro. ¡Muchas gracias!